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Si te apetece mantener la sensación de estar cerca de la costa, respirando la brisita del mar, entonces tienes que montar un salón de estilo mediterráneo. Necesitamos una base fresca con paredes claras, ya sea con pintura o con papeles pintados que imiten fibra. También nos van bien las paredes con efectos, como los degradados o estucos.
Para el suelo tienes más margen, le gusta el gres, el mármol, la madera o incluso el barro. Lo que no puede faltar es el color típico de la estación estival, azules, amarillos, algún verde. Si eres más clásico, busca muebles de madera blanca, si en cambio te va lo nuevo, tira más hacia los de patas cromadas y acabados rectos. Es un estilo muy versátil, no tendrás problema al combinar muebles o acabados.