La clave del éxito al decorar cualquier espacio es simple una buena coordinación. El suelo debe combinar perfectamente con las paredes, y el tamaño de los muebles, ser proporcional con los metros de los que dispones.
Tanto si tu salón es pequeño como si tiene una forma rara o atípica, siempre habrá forma de equilibrarlo. Un techo bajo se soluciona con colores claros en paredes y suelos y una iluminación que apunte desde abajo a arriba. Y uno muy alto, puede corregirse pintándolo en tonos oscuros o dirigiendo la luz hacia abajo, ¡justo al contrario de lo que te hemos explicado antes!
Finalmente, distribuye bien las piezas. Si lo haces basándote en un punto de interés, por ejemplo, la TV, la chimenea o una librería, será más fácil colocar el resto de muebles. ¡Siempre es mejor pensar en el uso y ubicación antes de comprar muebles a lo loco!