Estamos de acuerdo en que ese espacio extra, tanto si es propio, como si es un trastero alquilado, hay que aprovecharlo bien. Pero eso no significa hacer con él un tetris con tal de meter ahí dentro de todo. Es básico no llenarlo hasta los topes para poder desplazarnos por él con comodidad y hacer una gestión cómoda de lo que hay dentro. Si tienes la suerte de contar con una ventana, no la tapes. ¿Imaginas un almacén iluminado con una triste bombilla? pues tu trastero igual. Asegúrate de contar con una buena luz de bajo consumo que sea agradable. Decidida la distribución, toca elegir estanterías. Siempre deben ser funcionales y seguras. Las muy altas solo se recomiendan si es muy pequeño. Es mejor contar con estanterías modulares que aguanten mucho peso, de altura variable y baldas regulables para poner las cosas de más peso abajo, y las que más se usen al alcance de la mano. ¿Y armarios? se pueden usar para ropa, mantas o textiles. Lo ideal es analizar primero si nos hace falta o no, y a partir de ahí decidir si será de metal, madera o tela.