Puede que invertir en un suelo nuevo para toda la casa sea un incordio, pero si buscas una superficie unificada y continua que haga que los ambientes crezcan y se vean mucho más integrados, esta es tu opción. Hubo un tiempo en que se recomendaba un suelo muy sufrido en la cocina, otro que no diera problemas de humedad en los baños, alguno resistente en el cuarto de los chicos... Un puzzle que no te recomendamos, ¡sobre todo si vives en un piso pequeño! la elección debe hacerse de manera conjunta con el resto de elementos de la casa, para que todo encaje a la perfección. Las cocinas que se abren al salón nos piden suelos duros y uniformes, preparados para mucho tránsito. Cerámica, piedra, microcemento... Serán siempre una buena elección. Para los que buscan parquet, pero sufren pensando en sus cuidados, un pavimento continuo de cerámica imitación madera queda espectacular. Lo puedes mezclar con un alicatado en tono neutro que no desentone con el suelo y, si te apetece, con alguna pared que quieras destacar.